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Consejos para utilizar una buena utilización de los pedales

 

Aunque parezca una tarea sencilla, en el que su uso parece simple, encierra algunos secretos que no todos los conductores conocen o recuerdan al momento de estar frente al vehículo. El contacto con los pedales debe ser una relación armoniosa, ya que estos sirven para controlar funciones tan básicas e importantes a la hora de conducir como acelerar, frenar o cambiar de marcha. Por eso, se recorrerán algunos puntos importantes que se deben tener en cuenta a la hora de apretar los pedales. 

  • El acelerador es el encargado de controlar el envío de combustible a los cilindros, por lo tanto usarlo adecuadamente es fundamental para el consumo de combustible y las emisiones contaminantes derivadas de esto. No solamente con éste, sino con los demás pedales también, hay que saber cómo y cuándo pisarlos, evitar brusquedades y también levantar el pie en el momento preciso. 
  • acelerar de manera brusca, no solo es contraproducente para la eficiencia, también puede provocar situaciones de peligro con reacciones inesperadas del vehículo. Para eso, hay que conocer cómo funciona el pedal, su recorrido, y como responde frente a las exigencias. 
  • Si el conductor levanta el pie del acelerador antes de una detención prevista facilitará la misma y también contribuirá al ahorro de combustible. Sin embargo, pueden aparecer situaciones en las que quizá se deba hacer un uso rápido y decisivo de este pedal, como al realizar un adelantamiento o en la incorporación a la vía; siempre y cuando se realice de forma controlada y conociendo la respuesta que tendrá el vehículo en esta situación.   
  • El pedal de embrague, tiene su importancia y también hay que conocer su particularidad en cada caso, y si bien hoy en día podría calificarse como una especie en vías de extinción por la proliferación de las cajas de cambio automáticas, en número, siguen siendo mayoría los vehículos con transmisiones manuales por lo que su importancia se mantiene intacta. 
  • Para colocar el asiento del conductor se deben tener como referencia los pedales, tener la seguridad de que al pisarlos a fondo en cada operación se debe llegar cómodamente a hacerlo. Sumado a esto, la posición hacia el volante se regulará acomodando el respaldar del asiento.  
  • El embrague funciona a fricción (unos discos sirven para acoplar y desacoplar la caja de cambios del motor) y, como tal, sufre un desgaste por el uso. Para evitar su deterioro temprano, es primordial no utilizarlo más de lo indispensable, no hacerlo patinar y tampoco llevar el pie apoyado en su pedal de forma inconsciente. Es decir, cuanto menos se accione el embrague, mejor, no solo para la vida útil del auto, sino para el confort de la marcha.  
  • Como premisa básica y norma general respecto a los pedales, ya se ha mencionado que evitar los abusos es lo más razonable. En el caso del freno, para lograr esto, se recomienda utilizar la retención del motor, su capacidad de regular la marcha del vehículo para minimizar la necesidad de frenado tanto en bajadas aumentadas, como también antes de afrontar una curva o detenerse en una situación previsible: si la marcha se va reduciendo de a poco, la retención del motor apoyará al equipo de frenos y así el requerimiento será inferior. 
  • Un error bastante común es modular la presión de menos a más: empezar a pisar suave el pedal antes de una detención para incrementar la fuerza al finalizar la frenada. Sin embargo, lo mejor es justo lo contrario, presionar con decisión al principio para ir liberando el pedal según sea necesario; de esta manera se logra recuperar el control del vehículo en el momento más crítico de la frenada, evitando situaciones arriesgadas justo al llegar a una curva o en el momento de detenerse ante un paso de peatones. 
  • Los coches modernos cuentan con un sistema de antibloqueo de frenos, el famoso ABS que impide perder el control del vehículo por el deslizamiento de las ruedas al quedar completamente detenidas por la presión excesiva de las pinzas sobre los discos. Una ayuda valiosísima sobre todo en condiciones delicadas de adherencia,  donde al pisar a fondo el pedal de freno en caso de necesidad se debe mantener firme esa presión, sin aliviarla aunque se empiece a notar la vibración típica del ABS, pisando al mismo tiempo el embrague para que el coche no se cale cuando se detenga por completo.

 

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