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La importancia del bienestar emocional en el trabajo

En el último tiempo, se está escuchando hablar sobre la nueva normalidad, esto se refiere a que el cambio que se ha producido en el mundo es tan grande, habiendo tenido que tomar medidas extremas para evitar la propagación del virus, que ha movilizado indistintamente a todos los sectores de la población, principalmente por la incertidumbre de la situación. 

Muchos sectores ya pudieron volver a la actividad, en otros, disminuyó el trabajo pero siguieron en movimiento y los más perjudicados fueron los que directamente tuvieron que cesar su labor. Es importante que cada uno, independientemente de los rubros a los que pertenecen, se preparen para esta nueva situación, principalmente enfocándose en las condiciones emocionales de sus empleados, muchas veces olvidada o menospreciada, sin tener en cuenta que es fundamental para el funcionamiento óptimo de la empresa. 

La idea en relación a esto, es que las personas se sientan apoyadas al realizar su actividad, que se sientan protegidas y cuidadas por la empresa, que deberá garantizarles las mejores condiciones que estén a su alcance para desempeñarse con seguridad y confianza. Esto implica, que deberán ir transitando este camino juntos, que dispone nuevas formas de contacto, de trabajo, de movimiento. Y de esta manera, la compañía podrá ir estableciendo la manera adecuada para trabajar y ser lo más eficiente posible. 

A todas las personas les afecta de diferente manera esta situación de pandemia actual, pero es probable que al regresar a sus trabajos se encuentren preocupados, angustiados o con miedo. No es una tarea sencilla, pero se debería apuntar a revisar los procesos y formas de trabajo, qué cambios podrían implementarse, para poder lograr un equilibrio entre los objetivos de la empresa, el bienestar emocional de sus colaboradores y la productividad de la misma.  

Quizás el momento financiero, impide a las empresas a destinar muchos recursos a implementar grandes prácticas de bienestar emocional, sin embargo, con los recursos que se tienen, se deberían centrar simplemente en estar cerca de la gente, escucharla y juntos ir recorriendo estos cambios. La manera de lograrlo, podría ser estableciendo una relación de comunicación directa y clara con los trabajadores, y esto ayudaría a prevenir riesgos psicosociales y emocionales, ya que establecerían un vínculo estrecho con ellos, permitiéndoles que puedan manifestar sus emociones o inconvenientes personales y/o emocionales.  

A todo esto no hay que verlo como un gasto extra, ya sea de tiempo o de dinero, sino como una inversión que traerá beneficios no solamente para los trabajadores, sino también para la compañía, ya que una persona que se encuentra bien emocionalmente, será más productiva y eso traerá crecimiento para la empresa.  

Si bien, muchas organizaciones siempre tuvieron en cuenta el aspecto emocional de sus trabajadores, incluso antes de esta pandemia; esta situación sanitaria se establece como una oportunidad para que otras compañías también se enfoquen y le den importancia a la salud mental de las personas que forman parte de su organización. Ya que, como se puede observar, es un círculo que se retroalimenta, mientras mejor sea el bienestar emocional de las personas que forman parte, más éxito tendrá la compañía.  

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