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Uso del celular al conducir

En los últimos dos años, en la Argentina creció un 27% la utilización del celular mientras se conduce un vehículo; un hábito muy peligroso por la falta de atención dentro del tránsito y que puede provocar graves accidentes.  

Por ello, la ley de tránsito prohíbe su uso durante la conducción. Según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. 

Hace años que los celulares se incorporaron a la vida cotidiana, y comenzaron a ganar espacio como medio preferido para la comunicación telefónica. Comunicados todo el tiempo y desde cualquier lugar fue, y es, una oferta irresistible. Y esta comunicación ha diversificado sus formas, ya que no sólo se trata de hablar, sino también de recibir y enviar mensajes de texto por SMS y más recientemente, de tener el mundo de la web al alcance de la mano. El beneficio de la comunicación inalámbrica resulta indiscutible. La obligación (¿o adicción?) de estar siempre comunicados ya es más cuestionable. Para los conductores de vehículos el celular se ha tornado un problema muy serio ya que las distracciones que acarrea han demostrado consecuencias gravísimas en términos de siniestros de tránsito.


Distracciones al utilizar el teléfono celular mientras se conduce: 

  • visuales (por ejemplo, apartar la vista de la carretera para realizar una tarea no relacionada con la conducción); 
  • cognitivas (por ejemplo, reflexionar sobre un tema de conversación del que se esté hablando por teléfono, en lugar de analizar la situación de la carretera); 
  • físicas (por ejemplo, cuando un conductor sujeta o manipula un aparato, en lugar de    conducir con ambas manos al volante, o cuando marca un número de teléfono, lo que puede hacer que el volante gire); 
  • auditivas (por ejemplo, responder a un teléfono celular que suena o tener aparatos con el volumen tan alto que no se puedan oír otros sonidos, como la sirena de una ambulancia)

La cantidad de accidentes causados por personas que hablan por teléfono mientras conducen, está creciendo en todo el mundo. La atención que demanda la comunicación telefónica, distrae al conductor y la tensión que puede provocar el contenido de la llamada perturba su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras o errores en las acciones. Y esto no se soluciona con un teléfono “manos libres”. La cuestión es tener la “mente libre” de cualquier otra preocupación que no sea la conducción. Por ello, la ley de tránsito prohíbe su uso durante la conducción. 

Según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, aunque sea manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir: no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor. 

Datos que aportan otros informes apuntan a que “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”. Además, la peligrosidad por el uso inadecuado del mismo puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol. 

No utilice el celular ni otros aparatos que causan distracción y tensión al conducir. La telefonía celular, que constituye una herramienta muy útil en la comunicación actual, resulta sin embargo un problema serio mientras se conduce.

Desconecte su celular mientras conduce. 

Su seguridad está antes que cualquier llamada.

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