3 tipos de atención que necesitas mantener al volante
Resulta obvio que la atención al volante constituye un factor imprescindible durante el proceso de conducción.
Los conductores expertos desarrollan automatismos que les permiten ser más eficientes y circular con más fluidez. Sin embargo, este tipo de comportamiento reflejo no debe ser sustitutivo de una atención óptima a lo que sucede en la carretera.
Esto tiene repercusiones directas sobre cuestiones como:
- Las probabilidades de sufrir un accidente.
- La capacidad de percepción y reacción frente a un imprevisto en la carretera.
- La utilización de técnicas de conducción eficiente.
Cuáles son los tipos de atención durante la conducción?
Existen muchas maneras de clasificar los tipos de atención.
No obstante, en el caso de la conducción, se suele hablar de atención selectiva, dividida y sostenida.
Atención selectiva o focalizada al volante
La atención selectiva es consecuencia directa de nuestra limitada capacidad para atender a diversos estímulos al mismo tiempo.
La selección puede manifestarse de dos maneras distintas:
- Seleccionando la información o estímulos a los que se presta atención.
- Seleccionando la respuesta, proceso o acción que se realiza como consecuencia de un estímulo.
Como es natural, la carretera y el mismo acto de conducir un vehículo implica la aparición de múltiples estímulos como, por ejemplo señales de tráfico, cambios en el trazado, circulación de otros vehículos, revoluciones del motor, carteles publicitarios, lluvia, etc.
Algunos de estos estímulos requieren una respuesta activa por parte del conductor; otros no. De hecho, buena parte de las acciones que se requieren para el manejo de un vehículo son automatizadas con el tiempo.
El propósito de dicha automatización no es otro que poder prestar atención a factores más imprevisibles que requieren una mayor atención y una respuesta activa.
¿Por qué es fundamental la atención selectiva al volante?
La atención selectiva contribuye a hacer que nuestra conducción resulte más fluida y eficiente, aumentando nuestra capacidad de reacción frente a eventos que así lo requieran.
Atención dividida al volante
La atención dividida implica que el conductor debe atender a varios estímulos de forma simultánea.
Existen maniobras durante la conducción que requieren dividir nuestra atención en diversos estímulos que están teniendo lugar al mismo tiempo.
Por ejemplo, la maniobra de adelantamiento exige prestar atención activa a múltiples factores, entre los que destacan los siguientes:
- Vehículo que va a ser adelantado.
- Vehículos que preceden al que va a ser adelantado.
- Vehículos que circulan en el sentido opuesto.
- Vehículos que circulan por detrás de tu propio vehículo.
- Revoluciones, velocidad y potencia desarrollada por el motor.
- Eventual cambio de marcha y señalización de intermitentes.
- Trazado de la vía y señalización de la misma.
Cada uno de estos factores requiere que dividas tu atención en mayor o menor grado, dado que tienen una naturaleza cambiante y, en algunos casos, imprevisible.
¿Por qué es fundamental la atención dividida al volante?
Este tipo de atención resulta imprescindible para la realización de maniobras complejas como los adelantamientos, la incorporación a la vía, los pasos por cruce, la circulación con tráfico denso, etc.
Si no divides tu atención adecuadamente, tu capacidad de reacción frente a los estímulos frente a los que no estás alerta se verá muy reducida.
Atención sostenida al volante
La atención sostenida alude al hecho de tener que permanecer alerta frente a posibles estímulos durante un periodo continuado de tiempo.
Probablemente, al mayor problema de la atención sostenida es que requiere un gran esfuerzo por parte del conductor que, a menudo, resulta imperceptible.
El riesgo de padecer fatiga y somnolencia en los trayectos especialmente largos se dispara debido a la necesidad de mantener una alerta permanente en la conducción.
Puedes comprobarlo en nuestro artículo especializado:
Fatiga al volante: causas, efectos y riesgos
¿Por qué es fundamental la atención sostenida al volante?
La conducción es, por naturaleza, un fenómeno que requiere de la atención sostenida.
Una pequeña distracción al volante puede tener repercusiones catastróficas, incluso cuando se circula a una velocidad reducida.
En definitiva
La conducción es un tipo de actividad compleja que requiere de tu capacidad para seleccionar, dividir y mantener tu atención durante todo el tiempo que permanezcas al volante.