Cadenas para la nieve: cómo colocarlas
Debes llevar cadenas para la nieve en tu maletero durante el invierno, ya que puedes necesitarlas en cualquier momento. ¿Sabes cómo ponerlas? ¿Su medida es la adecuada? ¿Cuándo debes quitarlas? ¿A qué velocidad puedes ir con ellas? La respuesta a todas estas preguntas está en este reportaje.
Poner las cadenas es una operación sencilla, pero que no se realiza a menudo (muchos conductores no han puesto unas cadenas en su vida). Por eso, es probable que estés leyendo esto porque estés en la urgencia de tener que ponerlas y no sabes cómo.
En invierno las inclemencias meteorológicas (viento, lluvia, granizo nieve) te pueden pillar desprevenido en la carretera.
Una alternativa a los neumáticos de invierno son las cadenas para la nieve, válidas para aquellos que puntualmente circulen sobre zonas muy frías. Llevarlas dentro del maletero es siempre aconsejable y obligatorio por ley (previo aviso por parte de las autoridades). Las hay de tres tipos: las metálicas de toda la vida, complicadas de montar pero muy duraderas, económicas y disponibles en muchos puntos de venta; las de lona y las tipo araña, de fácil instalación, aunque más caras y de vida útil menor. Aquí nos ocuparemos de las primeras.
Las cadenas para la nieve, del tipo que sean, son incompatibles con los neumáticos de invierno y siempre deben montarse en las ruedas motrices. En vehículos de tracción total permanente, lo ideal sería colocarlas en los dos ejes o, al menos, en el eje delantero. Conviene recordar que sólo sirven para circular con mucha precaución, a velocidades inferiores a los 50 km/h y que hay que retirarlas en cuanto desaparezca la nieve o el hielo. Y, por supuesto, deben tener el tamaño de los neumáticos de tu coche.
Cómo se ponen las cadenas de nieve
1.- Las despliegas y las pasas por el interior de la rueda.
2.- Las levantas hasta la parte superior del neumático y cierras el aro para que quede apoyado sobre la goma.
3.- Unes los dos enganches de color de la cadena y los cierras en la parte exterior.
4.- Empujas el aro flexible hacia el interior de la rueda para se quede sobre la banda de rodadura.
5.- Pasas la cadena de color a través del tensor y tiras de ella, enganchándola en cualquier eslabón. Para que quede bien tensada, puede que tengas que repetir este paso después de un momento de avance con el coche.
6.- La cadena estará bien ajustada cuando tires de ella por encima de la banda de rodadura y la holgura no pase de 1,5 cm.
7.- Recuerda que, con las cadenas, el comportamiento del coche cambia, junto con su capacidad de frenada.
8.- Practica el montaje en seco, antes de necesitarlas.
9.- Para quitar las cadenas de un coche con tracción delantera, detén el vehículo cuando los enganches estén a 20 o 30 cm del suelo y suelta la cadena de color del tensor. Después la desmontas y listo. Si el coche es de propulsión trasera, lo paras cuando el tensor esté sobre el suelo, liberas la cadena del tensor, sueltas los enganches de color y estiras la cadena hacia ti con ligeros vaivenes para asegurarte de que la rueda no pisa ningún eslabón. Cuando aparezca el aro, lo abres y tiras del conjunto hasta que las saques.
10.- Lávalas con agua caliente y sécalas antes de guardarlas. Por cierto, si se oxidan un poco, no pasa nada, pero puedes evitarlo con un poco de aceite.
