
El 94% de la logística en Argentina está en riesgo por la infraestructura vial.
El transporte terrestre en Argentina mueve el 94% de las cargas nacionales, pero enfrenta un desafío crítico: la mala calidad de la infraestructura vial. Actualmente, el 40% de la red nacional está en mal estado, según datos oficiales. Con solo 40.000 kilómetros de rutas nacionales pavimentadas y apenas un 8% de estas en formato de autovías, las deficiencias en las rutas no solo aumentan los tiempos de viaje y los riesgos de accidentes, sino que también generan costos logísticos desmedidos.
Impacto en la logística y la economía
Los costos logísticos en Argentina representan el 25% del precio de los productos, muy por encima del promedio regional (15%-18%). Esto se debe, en parte, a las rutas deterioradas, que obligan a los transportistas a reducir velocidades y enfrentarse a mayores costos operativos, como el desgaste de vehículos, mayor consumo de combustible y reparaciones frecuentes.
Proyectos como la renovación ferroviaria podrían reducir estos costos hasta en un 30%, pero la implementación ha sido lenta. Mientras tanto, el estado actual de las rutas sigue afectando la competitividad del país en el comercio internacional.
La seguridad vial también es una preocupación
En 2023, más de 4.300 personas fallecieron en siniestros viales, muchos de ellos vinculados al mal estado de las carreteras. El deterioro de las rutas no solo encarece la logística, sino que pone en riesgo la vida de miles de conductores.
Soluciones tecnológicas como Logictracker
En este contexto, herramientas tecnológicas como Logictracker se vuelven fundamentales para optimizar la logística y minimizar los costos operativos. La plataforma permite monitorear rutas en tiempo real, analizar la eficiencia del transporte y reducir el impacto de los problemas de infraestructura en las operaciones.

Invertir en infraestructura vial es clave para reducir costos y mejorar la competitividad de Argentina, pero mientras tanto, las soluciones como Logictracker pueden marcar la diferencia en la gestión logística y en la seguridad del transporte terrestre.