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Ergonomía y conducción

Cuando nuestro puesto de trabajo implica horas al volante, kilómetros y kilómetros, si nuestra postura no es la adecuada, esta falta de ergonomía al conducir puede traducirse en problemas de espalda (dolores cervicales, lumbares, etc.) 

Es necesario recordar que tanto los turismos como los vehículos industriales disponen de muchas posibilidades de regulación de elementos como respaldo, volante, reposacabezas, espejos, que nos facilitan mantener una posición correcta al conducir. 

Sin embargo, no siempre somos conscientes de ello y tendemos a poner el piloto automático y salir sin preocuparnos en exceso por la postura. 

Además, una buena colocación no sólo previene dolores musculares, sino que también es clave para acceder a los mandos con rapidez y actuar ante cualquier imprevisto. 

A continuación vamos a detallar las principales recomendaciones que deberemos tener en cuenta para cuidar nuestra musculatura mientras conducimos. 

CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS INDUSTRIALES 

Conviene recordar que aun estando sentados de forma correcta, nuestra columna vertebral – al no contar con el apoyo de las piernas – tiene que soportar una presión un 40% superior a la que aguanta cuando estamos de pie. 

Si, además, la postura es inadecuada, el aumento de presión sobre la columna puede llegar al 90%. 

Mantenerse erguido cuando se circula es la recomendación para conductores profesionales de autobuses, autocares y camiones. 

La posición correcta implica tener la cabeza alta, el mentón recogido, los hombros ligeramente hacia atrás, el pecho y las caderas hacia delante, los muslos abiertos y las puntas de los pies dirigidas ligeramente hacia el exterior. 

Como comentábamos, es fundamental dedicar unos minutos a la regulación de los distintos elementos antes de comenzar un viaje, especialmente si no se trata de nuestro vehículo habitual. 

Actualmente el mercado ofrece butacas muy sofisticadas, que nos permiten un buen número de adaptaciones para mejorar nuestra comodidad: 

  • Altura del asiento: en camiones y autobuses debe escogerse una altura del asiento que permita que los muslos queden horizontales cuando apoyemos los pies en el suelo. 
  • Distancia del volante: La distancia debe ser la suficiente que nos permita pisar a fondo el pedal del embrague sin esfuerzo y sin tener que extender totalmente la pierna o el pie. 
  • Regulación del asiento: la banqueta del asiento se puede desplazar en horizontal y debemos acercarla hacia el volante hasta el punto en el que quepa un puño entre el final de la banqueta y la corva de la rodilla. 
  • Colocación del respaldo: como en el caso del coche, debe permitirnos sujetar el volante con los brazos ligeramente flexionados en una posición cercana a las “tres menos cuarto” del reloj. Además, la espalda debe poder apoyarse totalmente en el respaldo. 
  • Apoyo lumbar: si el asiento dispone de apoyo lumbar, este no debe ejercer una presión excesiva sobre la zona baja de la espalda del conductor. Debería notarse una ligera presión homogénea sobre toda la espalda.  Prestando atención a estas recomendaciones podremos realizar nuestros viajes de una forma mucho más cómoda y también más segura. Una postura adecuada nos llevará a reducir las molestias, calambres o fatiga. Además, nos permite reaccionar ante situaciones que – de otra manera – podrían resultar en un accidente. 

Por último, no olvidemos que es conveniente hacer paradas durante la conducción y que podemos aprovecharlas para realizar ligeros ejercicios de estiramiento para compensar el tiempo de inmovilidad al volante. 

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