La conducción en adultos mayores
Los vehículos nuevos, cada vez cuentan con más tecnología, esto hace que las personas conduzcan de manera más segura brindando muchas ventajas, tanto ergonómicas como de seguridad.
Cualquier persona que cuente con una licencia de conducir y el acceso a un vehículo considerará que le brinda comodidad, pero sobre todas las cosas independencia.
No obstante, a medida que la edad aumenta, proporcionalmente disminuyen ciertas funciones que son primordiales a la hora de conducir.
Es muy valioso tener en cuenta que, aunque la persona se sienta en perfecto estado de salud, la reacción mental, la conciencia de espacio, la visión, los reflejos, los controles
motores, van perdiendo agudeza con el correr del tiempo.
Además de las condiciones cognitivas que el cuerpo va demostrando en una persona
mayor, se suman otras cuestiones como el consumo de medicamentos, las limitaciones
físicas, la distracción con más facilidad; y factores ambientales que tampoco favorecen, como las inclemencias del tiempo, conducir en rutas transitadas o durante la noche.
Las personas mayores deben organizarse a la hora de conducir, planificar la salida con anticipación, evaluar cómo se sienten en el momento, y de ser necesario considerar la utilización de algún transporte alternativo, como por ejemplo recurrir a algún familiar o amigo; si identifica que no se encuentra en condiciones de manejar. También pueden evaluarse otros medios, como viajes compartidos, transporte público o servicios de transporte específicos o de puerta a puerta.
Lo ideal es que todos mantengamos una vida activa, saludable, pero en los adultos mayores, es incluso más importante, no solo para mantener activas las funciones cognitivas, sino también activo físicamente, ya que de esta manera los favorece brindando seguridad en aquellos que conducen, además de prevenir el deterioro y las caídas tan frecuentes en esta edad.
Cuando surja la pregunta sobre la edad en que se recomienda dejar de conducir, la respuesta la pueden brindar los médicos; quienes a través de sus facultades evaluaran la posibilidad de ir reduciendo las actividades de manejo.
El hecho de dejar de conducir es difícil de aceptar en muchos casos, causando un gran impacto, viéndolo como una pérdida de independencia. Por lo cual, es importante brindar contención y sobre todo explicar la determinación en términos de seguridad; promoviendo la misma, no solo de la persona que conduce sino de terceros que se encuentran expuestos si una persona ya no está en condiciones de conducir.