La importancia de la Educación Vial
Una de las principales causas de muerte a nivel mundial son los accidentes de tránsito, y lamentablemente aumenta cada año. Se considera que una de las razones principales es la ignorancia en cuestiones de tránsito y la falta de responsabilidad en la circulación. Por lo cual, se considera que podría resolverse si se llevaran a cabo medidas para la promoción y la enseñanza de la educación vial.
Pero, ¿Qué es la educación vial?
Concierne a un conjunto de labores orientadas a la enseñanza de las reglas, leyes y normativas que todas las personas, desde los peatones, conductores y hasta pasajeros deben cumplir en la vía pública; cuya finalidad es la garantía de un tránsito seguro y también la reducción de disminución del peligro de daño de las personas y bienes.
¿Por qué se considera importante enseñarla?
La Ley Nacional de Tránsito (N° 24.449), desde el año 1994 establece la importancia y la necesidad de incluir la educación vial en todos los niveles de enseñanza, con el objetivo de reducir la tasa de siniestralidad en el país. Muchas instituciones han incorporado estas metodologías, pero lo ideal sería, que todas profundicen en la enseñanza del modo de circular y de transitar de las personas en el área pública.
Es tarea del Estado delinear un sistema de tránsito y de circulación eficiente y seguro, de asegurar las condiciones mínimas de movilidad, y de llevar a cabo la sanción en los casos donde se incumplan las normas que regulan este sistema. Del mismo modo, tiene la responsabilidad de estimular la cultura vial a través del sistema educativo, que apunte a mejorar la calidad del sistema de circulación de todos los ciudadanos.
Por lo cual, de la mano de la educación se enseñará la comprensión de las situaciones de tránsito que ocurren en la vía pública, el discernimiento de las normas o regulaciones que contribuyen a una circulación segura, así como también las causas que provocan los accidentes y la toma de conciencia para prevenirlos.
De esta manera, la educación vial constituirá un proceso educativo integral que tiene como finalidad formar a las personas para el uso apropiado, responsable y solidario del espacio público; por este motivo, es menester llevar a cabo procesos de formación docente, enfocados a inculcar una nueva cultura vial, que se enfoque en mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos que hacen uso del área pública.
Sin embargo, no se debe dejar exclusivamente en manos de las instituciones la educación vial, sino que los padres también deben ocuparse de ella. Como primeros educadores, son responsables de transmitir los valores acerca del comportamiento vial, por lo cual, la educación vial comienza en cada casa.
Los niños hacen uso de las vías públicas como peatones o viajeros, pero siempre acompañados de los adultos; esto se debe a que no poseen aún desarrollada la capacidad de razonamiento, ni la percepción para tomar decisiones cuando se presenta algún problema en el tránsito. Por este motivo, los adultos son los encargados de guiar y brindar consejos para ir aprehendiendo los conocimientos básicos de vialidad, como las señales de tránsito, por ejemplo; y también mostrar los errores y las ventajas que se tienen cuando algo se hace correctamente.
Por lo cual, será una tarea de cada familia, fomentar la conciencia ciudadana, incluyendo conductas enfocadas al aprendizaje de la convivencia social, de las normas de tránsito que conllevan una movilidad segura; y de todo esto dependerá su futuro comportamiento.