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La importancia del buen descanso  

Muchas veces se subestima la importancia de mantener un buen descanso, creyendo que durmiendo cualquier cantidad de horas es indistinto para el cuerpo, y no es así. La cantidad y calidad de las horas que una persona duerme de corrido durante la noche, sirve para revitalizar el cuerpo, renovar energías, recuperarse de lo exigido del día.

Además, tiene beneficios incomparables para la salud, durante la noche, los órganos y los procesos internos trabajan arduamente: Se fortalece el sistema inmunitario, se refuerza la memoria, se relajan y regeneran músculos y articulaciones, descansa el corazón y se estabiliza la presión arterial, se liberan hormonas que tendrán un efecto positivo al despertarse.

En cada etapa de la vida se requiere una cantidad diferente de horas de descanso, en el caso de los adultos, se recomienda dormir un mínimo de 7 horas de corrido, por el contrario, en el caso de los niños el requerimiento es mayor, dependiendo de cada etapa de crecimiento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar de una persona, se alcanza teniendo una alimentación saludable y equilibrada, haciendo ejercicio físico y, sobre todo, gozando de un sueño reparador.

Por lo tanto, después de lo expuesto anteriormente, se deduce que la falta de sueño repercute directamente sobre la salud y puede aumentar el riesgo de tener diversos problemas, tales como enfermedad cardíaca, presión arterial alta y obesidad. También afectando las funciones cognitivas como la atención, la concentración y la memoria.

En muchas ocasiones el sueño es interrumpido o se generan inconvenientes que interfieren en la conciliación del sueño, no obstante, se pueden adoptar hábitos que fomenten un mejor sueño; como se mencionaran a continuación:

  • Tener un horario para dormir

Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días refuerza el ciclo de sueño-vigilia del cuerpo, incluidos los fines de semana.

  • Alimentarse adecuadamente

Evitar ingerir comidas pesadas o en cantidad antes de acostarse, puede generar un malestar que lleve a mantener despierta a la persona.  

Por otro lado, existen sustancias estimulantes que deben evitarse, como la nicotina, el café y el alcohol, ya que tardan horas en desaparecer del cuerpo y pueden generar insomnio

  • Ambiente neutro

El lugar para dormir debe tener ciertas condiciones para que el descanso sea completo, la temperatura debe ser adecuada, el silencio necesario y la oscuridad perfecta, ya que la exposición a la luz durante la noche podría hacer más difícil la conciliación del sueño.

El uso de pantallas debe evitarse y se puede optar por alguna actividad relajante para favorecer y promover un mejor sueño.

  • Limitar las siestas diurnas

Las siestas durante el día pueden interferir con el sueño nocturno, por eso se recomienda limitarlas a no más de una hora y evitar hacerlo tarde.  

Si se trabaja por la noche, la recomendación es distinta, ya que se debe ayudar a compensar la falta de sueño.

  • El ejercicio diario

Realizar ejercicio físico diariamente, favorece a promover un sueño mejor. Sin embargo, es recomendable evitar hacer actividad demasiado cerca de la hora de acostarte.

  • Controlar las preocupaciones

La idea es irse a dormir tranquilo, más allá de las preocupaciones que pueda llegar a tener cada persona, por lo cual pensar positivamente o practicar relajación o meditación ayudará en gran medida.

Recuerde, para que cada día sea fructífero y seguro, se deberá descansar adecuadamente.

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