Posted on / by Fernanda Biancotti / in Uncategorized

MOVILIDAD SANA, SUSTENTABLE Y SEGURA

Hace tiempo se viene promoviendo el uso de medios de desplazamiento sustentables, poniendo el foco no solamente en la salud física, sino también la salud psíquica.

Con la llegada de la pandemia, que fue una crisis sanitaria mundial, se ha cambiado la forma de ver el mundo y de qué manera comportarnos en él y hacía el, teniendo en cuenta que frente a una adversidad, a la que ninguno estuvo exento, se pueda apostar justamente por formas de vida más saludables.

Las ciudades van evolucionando, y si bien esas transformaciones vienen de mucho tiempo antes de la aparición del COVID-19, sin dudas, la pandemia lo ha acelerado. Los individuos tienen más conciencia sobre la responsabilidad de cuidarnos nosotros mismos y al resto. No solamente a nivel salud, sino en las acciones cotidianas que llevamos a cabo todos los días, por ejemplo como factores intervinientes y responsables de nuestra conducta en lo que respecta al tránsito en general. 

Para mantener el bienestar de las personas, son necesarias las relaciones sociales, la interacción entre pares, por ende, el modo de trasladarnos influye mucho en cómo se desarrolle la vida de cada uno.

Actualmente existen posibilidades de traslado sustentable, que tiempo atrás eran impensadas, pero por fortuna, el mundo avanza y el ofrecimiento de estos espacios para poder llevarlo a cabo es cada vez mayor.

Por otra parte, en las grandes urbes, así como se ofrecen nuevas posibilidades de traslado sostenible, proporcionalmente aumenta la cantidad de vehículos que transitan, y esto conlleva a una congestión en aumento, y a su vez una demora cada vez más grande en los traslados; situación que repercute negativamente en la salud.

Aunque suene extraño, se tarda menos utilizando medios de traslado sustentables, que usando los “tradicionales”, siempre y cuando las distancias lo permitan. Y al acortar esos tiempos de desplazamientos genera un beneficio para el bienestar general de cada persona.

Sin embargo, no es únicamente un beneficio individual, sino que la reducción del tránsito favorece directamente al bienestar de la población en general al reducirse la contaminación ambiental.

En la actualidad, al ver los resultados cada vez más prósperos, muchos países están apostando por una movilidad eficiente y menos contaminante, fomentando el uso de bicicletas, monopatines, y adaptando las ciudades para la circulación segura de las mismos.  

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