Líquenes: un aliado contra la contaminación.
Uno de los principales problemas de salud en todo el mundo es la contaminación atmosférica; produciendo un gran número de muertes al año, pero ésta causa, suele desconocerse.
Muchas personas se encargan de investigaciones que favorezcan el cuidado ambiental y minimicen su impacto; una de las preocupaciones es las emisiones por combustión de metales fósiles y las partículas provocadas por el desgaste de las piezas de los vehículos (de alto contenido de metales). Por este motivo, se realizan estudios para determinar las zonas de más contaminación. Lo que sorprende es la manera en que se ha realizado esta investigación, lo han hecho utilizando líquenes, que son unos organismos surgidos de la simbiosis entre un hongo y un alga.
Los líquenes, a diferencia de las plantas, carecen de raíces; por lo cual, tienen que absorber el agua y los nutrientes de la atmósfera, convirtiéndose en acumuladores de contaminantes del aire. Teniendo esta capacidad, son utilizados como bioindicadores, ya que son útiles para indicar dónde y qué tipo de contaminantes hay en un lugar y además ofrecen determinadas ventajas como es su fácil muestreo, su lento crecimiento y su bajo costo. Así, se pueden conseguir datos sobre niveles de contaminación a lo largo del tiempo y a una gran escala.
Los niveles de contaminación que se miden son los provocados tanto por las emisiones contaminantes derivadas de los combustibles fósiles como por las partículas que quedan en el aire debido al desgaste de los vehículos (neumáticos, frenos, etc.) y de los propios agentes contaminantes de la ciudad.
En algunos países, ya hace algunos años que existe una iniciativa ciudadana, que tiene el objetivo de sensibilizar a las generaciones más jóvenes sobre la importancia de la calidad del aire. Incluso, en algunos lugares se ha llevado a cabo acciones que tienen como objetivo desarrollar un mapa de distribución de los líquenes, y de esta manera se puede determinar donde se encuentran los índices de contaminación más elevados. Con esto, se llega a la conclusión de que las zonas donde se registra más flujo de tráfico, son las más afectadas. Asimismo, se ha determinado que, en las áreas donde se produce más congestionamiento vial, existe una mayor acumulación de partículas de metales, debido al constante desgaste de frenos y neumáticos.
Este proyecto, en algunas ciudades, fue extendido a los establecimientos educativos, en otras a los ciudadanos comunes que se ofrecen como voluntarios, donde la tarea reside en aprender a cuantificar e identificar los líquenes que aparecen en los árboles de su ciudad, y así elaborar los mapas, que luego se utilizan para evaluar la contaminación atmosférica de cada barrio, conocer qué agentes contaminantes hay y establecer criterios y medidas correctoras para mejorar esa situación y por consiguiente la salud de todos los residentes.
La contaminación es un tema mundial, y es un compromiso de todos realizar tareas que favorezcan su disminución, ya que el planeta es uno solo, vivimos en él, y depende exclusivamente del ser humano el futuro del mismo, incluyendo el nuestro propio.