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La psicología de la conducción

¿Por qué ocurren los accidentes? ¿Conducción imprudente? ¿Circunstancias imprevistas? ¿Territorio desconocido? Cualquiera que sea la razón, la carretera es un reflejo de la vida, ya que nos coloca en situaciones en las que nos vemos obligados a actuar y reaccionar de formas determinadas. Nuestras experiencias pasadas y nuestra crianza no solo dan forma a nuestra visión del mundo, nuestras percepciones, preferencias y tendencias emocionales, sino también a nuestros hábitos al conducir. Esta es la psicología de la conducción. 
 
Para las flotas, entender esta psicología es parte de la responsabilidad que conlleva la gestión de la seguridad de flotas Esto se debe a que las decisiones que los conductores toman al volante pueden revelar mucho acerca del conductor como persona. Más concretamente, las decisiones que toman los conductores son la suma de sus antecedentes de conducción y, por lo tanto, indican su nivel de riesgo.

Tipos de conductores 

Existen  varios tipos principales de personalidades de conducción. Aunque el comportamiento al conducir puede cambiar de un día a otro, dependiendo de la situación, existen algunos estilos generales. 
 
El conductor distraído 
Este conductor suele apartar fácilmente la vista del camino mientras conduce y a menudo se encuentra soñando despierto, mirando su teléfono, cambiando constantemente la radio, buscando objetos, haciendo dos cosas al mismo tiempo, etc. Estos conductores son la mayor amenaza en la carretera y el riesgo de que se produzca un accidente es más del doble de lo normal. 
 
Solución: Los conductores que se distraen con facilidad deben hacer un esfuerzo consciente para reducir la cantidad de distracciones en el vehículo. El simple hecho de que reduzcan la velocidad no será suficiente. 
 
El conductor inquieto 
Este conductor excede el límite de velocidad con frecuencia, cambia de carril y maniobra bruscamente entre otros automóviles con intención de llegar al punto de destino en el menor tiempo posible. Este es un estilo de conducción agresivo que puede tener consecuencias graves como una posible colisión, suspensión de licencia, embargo del vehículo o multas, dependiendo de la jurisdicción y la gravedad del delito. 
 
Solución: Para este conductor es crucial la administración adecuada del tiempo. La organización personal y la gestión de tiempo reducirá el estrés en carretera, así como la probabilidad de que ocurra un accidente. 
 
El conductor emocional 
Este conductor permite que el enojo, el nerviosismo, la tristeza u otras emociones se apoderen de su toma de decisiones racional y, como resultado, termina sacrificando la seguridad de todos. Los conductores con problemas graves de agresividad al volante realizan movimientos abruptos y violentos, lo cual puede tener como resultado otros problemas, ya que pueden iniciar confrontaciones violentas con otros. Por otro lado, los conductores nerviosos tienden a ser indecisos cuando toman decisiones; a menudo abusan de los frenos y, probablemente, conduzcan por debajo del límite de velocidad. 
 
Solución: Recordar a los conductores que sean conscientes de sí mismos y que procuren controlar que sus emociones no les afecten mientras conducen. Es probable que los hábitos de conducción de una persona cambien si está enojada, estresada o en otro estado emocional. Cuando esto suceda, es aconsejable respirar profundamente, autoevaluarse y detenerse si es necesario. 
 
El conductor nuevo 
Este conductor suele ser joven y confiar demasiado en sus habilidades o, debido a la poca experiencia, se siente asustado de estar conduciendo. Ninguno de los dos estados de ánimo mencionados es seguro. Es más probable que los conductores de 20 y 40 años conduzcan por el carril que está más a la izquierda, mientras que los conductores de más edad conducen de manera más cautelosa. 
 
Solución: Los nuevos conductores deben viajar con conductores experimentados, conducir al lado de un supervisor u otro conductor con más experiencia. De esta forma, se puede conseguir atención especializada, capacitación y asesoría para ser un buen conductor de flota, así como consejos para aprender la conducción defensiva. 
 
El conductor fatigado 
Este conductor es, a menudo, un camionero de largas distancias que intenta mantenerse despierto y alerta durante la noche. se descubrió que los conductores de camiones de largas distancias son más propensos a experimentar «somnolencia seria» durante su primer turno de noche en comparación con otros. 
 
Solución: Los administradores de flota deben darse cuenta cuando los conductores intentan sobrepasar su límite, y aplicar medidas para garantizar que los conductores se mantengan en alerta durante los turnos de noche. Puede que también sea necesario agregar descansos en sus horarios.  
Promover hábitos de conducción segura entre los empleados puede ayudar a reducir el riesgo de accidentes, así como los costos y molestias asociados.  

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