El riesgo del Conductor Profesional
Cuantas más horas se pasan en la ruta, el riesgo de accidentes de tránsito se incrementa.
En el camino circulan innumerables vehículos, desde los de menor porte hasta los que se dedican al transporte, ya se de personas como de carga; entre ellos los colectivos, camiones, furgonetas. Las personas que se dedican a la conducción de alguno de estos vehículos, permanecen gran tiempo en la ruta y son los que tienen más probabilidades de sufrir un siniestro vial.
Los conductores profesionales, tienen características de trabajo particulares, que muchas veces son las mismas que los ponen en riesgo; como es el caso de las largas jornadas de trabajo, los horarios rotativos, las malas condiciones de alimentación y descanso, las exigencias para cumplir con lo pautado. Todas estas condiciones llevan, a que la persona en muchas ocasiones, presente complicaciones en las funciones básicas y en las cognitivas, indispensables a la hora de desempeñar su tarea. Dentro de las funciones básicas, la que se puede ver más comprometida es la privación de sueño, y por consiguiente la fatiga que esto genera, siendo considerada uno de los principales causantes de accidentalidad en lo que respecta al transporte terrestre. En cuanto a las funciones cognitivas, muchas de ellas se ponen en funcionamiento a la hora de conducir, la atención, la memoria, la concentración, la planificación, la capacidad para realizar cálculos, por lo cual si ellas se alteran, generan situaciones de riesgo a la hora de conducir.
Sin embargo, esta profesión, además de conllevar la labor intrínseca de conducir, también implica procesos de carga y descarga, lo que puede derivar en otros tipos de accidentes relacionado con estas operaciones propiamente dichas. Para evadir estas situaciones riesgosas, deben respetar siempre las normas de seguridad, utilizar todos los elementos de protección personal y cumplir con la reglamentación que imponga cada sitio.
Además de los factores humanos que se ponen en juego a la hora de conducir, también hay que tener en cuenta el estado y la antigüedad del vehículo. Los vehículos más antiguos no van a poseer los últimos sistemas de seguridad que se han ido desarrollando y van siendo puestos en funcionamiento en el mercado. Por otro lado, está todo el desgaste que conlleva el uso del vehículo, por lo cual es de suma importancia que se realicen todas las revisiones y mantenimientos correspondientes, para, de esta manera, poder evitar todos los riesgos que dependan exclusivamente del estado del mismo.
Los conductores profesionales tienen una tarea de gran responsabilidad, además de ser proveedores indispensables en la cadena de suministro, son un elemento importante es la ruta, por lo que es imprescindible su compromiso a la hora de evitar siniestros viales.